Gastronómicamente, Bucare se concibe como un espacio para celebrar y reivindicar nuestras raíces culinarias más profundas: la arepa y la cachapa. La clave de su belleza botánica está en sus raíces fuertes. Un árbol de Bucare puede crecer hasta 30 metros. Es fuerte, legendario, esparcido por todas nuestras cordilleras...
El bucare como símbolo de tradición inspira una cocina solidaria, enraizada en los sabores que sustentan nuestra identidad culinaria más simple y deliciosa.
Aunque existen distintas versiones sobre la historia y origen del Bucare, distintas posiciones coinciden en que este árbol nació en el norte de Suramérica, entre Venezuela y Panamá. El Ávila y nuestras cordilleras andinas están embellecidas con robustos y frondosos bucares. Cuenta la historia, que de los troncos más grandes, nuestros aborígenes construían canoas para recorrer y dominar nuestros ríos y mares.
El Bucare inspira la más noble lección que pueda existir: la de servir y ser solidarios. Y nuestra meta en Bucare Caracas es reivindicar los valores simples y grandes de la gastronomía venezolana. Que nuestros clientes vivan la metáfora de visitarnos y sentir que están bajo la sombra de un Bucare, donde se pueden sentar a compartir bajo la promesa de protección, solidaridad y disfrute de una buena arepa o una suculenta cachapa.
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